Descanso y deporte

La vida diaria llena de actividades, hace que a veces le quitemos atención a nuestro descanso, desconociendo los beneficios que podemos obtener de él, si le damos el tiempo y la calidad necesaria. 

Las jornadas son cada vez más extensas, al tener que combinar trabajo, actividades familiares y entrenamientos terminamos por acortar las horas de sueño. Además aprovechamos el ratito previo a dormir para utilizar pantallas, encendemos la tv, miramos las redes, pero todo esto que parece inofensivo le está quitando calidad a nuestro descanso.  

¿Qué sucede en nosotros cuando no descansamos adecuadamente?

El descanso es fundamental para consolidar todo lo que hemos aprendido, todo por lo cual nos hemos esforzado durante nuestro período de vigía, para lograr nuestro mejor rendimiento en entrenamiento o en competencia.

Con el descanso no solo recuperamos nuestra energía y un buen funcionamiento a nivel orgánico esqueleto-muscular,  sino que también obtenemos una correcta y necesaria restitución de las funciones del sistema nervioso. Y a ello se agrega, que al dormir nuestra memoria se consolida, por lo tanto lo que hemos adquirido como nuevo lo vamos a estar incorporando mejor, al fijar en nuestro cerebro la información recibida. 

Por el contrario, si no respetamos nuestro ciclo natural de sueño, nuestras funciones cognitivas comienzan a deteriorarse al igual que todas nuestras habilidades mentales, por lo que la motivación, el foco atencional y el aprendizaje van a sentir este deterioro y repercutir directamente en nuestro rendimiento posterior.

Nuestro estado de ánimo no va a ser ajeno a todo esto y se va a encontrar alterado, influyendo directamente en las decisiones que tomemos, ya que las mismas no van a ser las adecuadas para el desarrollo de nuestro óptimo rendimiento. Esta falta de descanso además, conlleva a la reducción del tiempo de reacción y a aumentar las posibilidades de sufrir lesiones.

También el dormir menos horas de las indicadas propicia a recordar eventos negativos y a tener pensamientos más pesimistas, recordemos que nuestra máxima en el deporte es “pensamientos positivos generan acciones positivas”, por lo que aquí, estaremos boicoteando nuestro duro trabajo diario.

Hay otro aspecto que esta falta de buen descanso va a trastocar y es del orden de lo alimentario, dormir menos de lo necesario estimula el deseo de comer alimentos ricos en calorías y se suele experimentar un aumento del apetito. 

Seguramente todos estos aspectos que mencionamos no los atribuimos al mal descanso, generalmente este factor es invisibilizado por nosotros y no lo incluimos como una variable más del entrenamiento. Dormir 8 horas en la noche y profundamente hará que no solamente logremos recuperarnos del esfuerzo físico del día, sino que también le demos la posibilidad a nuestro cerebro para que realice la actividad restauradora de nuestras funciones cognitivas. 

Por esto, es necesario otorgarle el lugar de importancia que tiene un buen descanso incluyéndolo en nuestro plan de entrenamiento y teniendo en cuenta siempre que es un factor más para consolidarme como el/ la deportista que quiero ser.

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